domingo, 30 de enero de 2011

REFLEXIÓN BLOQUE 5

En este tema hemos podido ver cómo es un rincón de lectura adecuado y que cumpla todos los requisitos para nuestra aula y hemos visto las diferentes técnicas de animación a la lectura.
Para comenzar señalar que el objetivo fundamental del rincón de lectura es ser un lugar en el que el niño pueda en distintos momentos acercarse a la lectura.
El rincón tiene una función de acercamiento emocional y afectivo que debería ser gratuito. Por otro lado, hay un acercamiento informativo para obtener de los libros información, preguntas… que pueden responder a cuestiones acerca de temas diversos que se planteen los niños.
En el rincón de lectura el maestro tienen que aportar su imaginación, conocimientos de infantil y psicopedagogía. La organización, el diseño y la gestión son muy importantes. Constituirán la base sobre la que deberemos  apoyarnos los futuros maestros para elegir los libros y los soportes sobre los que estarán, así como los propios niños, que se verán favorecidos a la hora de elegir los libros, de llegar a ellos con facilidad, identificándose con los personajes que  aparecen en ellos… Tenemos que saber qué quieren para poder ofrecérselo y que los niños puedan acceder a este rincón siempre que quieran y puedan en todo momento escoger los libros que más les gusten.
Hay una serie de aspectos que debemos tener en cuenta para crear un rincón de lectura:
En primer lugar FAVORECER EL GUSTO POR LA LECTURA Y EL DESEO DE LEER.
Y en segundo lugar, saber qué les gusta a los niños para poder rellenar las estanterías  o el soporte del rincón con una buena selección y repertorio de libros. Un buen ejemplo que responde a sus gustos es “La pequeña oruga glotona”.


 Para que esta colección de libros y cuentos sea lo más completa posible y responda a la necesidades de nuestros niños deberemos tener en clase:

·         Revistas para prelectores como son “Caracola” y “El osito Busy”


 
·         Revistas para niños mayores (si les acercan a interesarse por la lectura son válidas)
·         Álbumes de imágenes
·         Libros de baño como el famoso “Elmer”














·         Stickers
·         Libros de actividades (como aquellos en los que tienen que recortar..)
·         Libros de contenidos.
Otro aspecto a tener en cuenta es cómo organizar el espacio.
La zona centro de la biblioteca será el rincón de lectura. Una buena biblioteca será aquella que tenga un servicio de préstamo que esté disponible desde que los niños son bebés, donde serán los padres los que se encargarán de los libros que se saquen, y cuando van creciendo serán los propios niños los que se encargarán de cuidar los libros que hayan sacado de la biblioteca fomentando una actitud de responsabilidad haciéndose cargo de pequeñas cosas como estas.
Además el rincón de lectura tiene que ser una zona luminosa y accesible que resulte cómoda para los niños. La biblioteca debe estar  bien dotada con 2 ó 3 libros por niño en el aula. Deberá estar organizada según quieran los niños puesto que esta biblioteca debe responder a sus necesidades. Debe propiciar una ambiente cálido y motivador. Pero también se deberán cumplir una serie de requisitos como una exigencia de orden y cuidado por parte de los niños, que deberán compartir los cuentos con los de al lado.
La biblioteca deberá contener también libros creados por ellos, puesto que es algo que les encanta, además de libros y cuentos ajustados a su edad e intereses.  Y para que todos estos libros les resulten aún más atractivos realizaremos actividades de animación para que quieran leer todo lo posible. Hay que trabajar de forma que los niños adquieran costumbres  que les ayuden a crear una serie de hábitos en este aspecto.
Toda biblioteca de aula debe tener una serie de “complementos” que ayuden a llevar un registro de los libros que se llevan los niños y a crear hábitos relacionados con las bibliotecas para que los niños desde pequeños sepan manejar el funcionamiento de préstamo de la biblioteca. Entre estos complementos destacan algunos como los carnets de biblioteca. Estos son muy adecuados para el segundo ciclo de educación infantil, puesto que les inicia en el proceso de préstamo de libros y les lleva a su primer contacto con “algo de mayores”. Este hecho les hace ser chicos grandes y se sienten responsables a la hora de llevarse los libros, porque empiezan a entender que es algo que tiene que cuidar y que está bajo su cargo. Estos carnets llevarán el  nombre y apellidos de los niños, la clase a la que pertenece y una foto de la cara del niño. Además el niño podrá dibujar la huella de su mano o de sus dedos con pintura de dedos para firmar ese carnet y señalarlo como suyo. Todos los carnets irán plastificados para evitar que se desgasten con el paso del tiempo. Otra opción para nuestra biblioteca es hacer una fotocopia de las portadas de los libros para que, cuando un niño se lleva un libro, la portada de ese libro se quede en el aula, pegada (con belcro) en los carnets de los niños o, en el mural de la biblioteca (por ejemplo) con una foto del niño sobre esa portada. Esto ayudará tanto a niños como a maestros a llevar un control de quién lleva el libro además de permitir pedir el turno, para coger el libro cuando vuelva al aula en caso de que alguien lo quiera.
Pero no todos los niños sabrán qué libro llevarse o qué libro coger en el momento del rincón, por lo que, para ayudar a esos niños indecisos, podemos tratar el tema en la asamblea. En ésta se pueden recomendar libros que hayan gustado a los compañeros y se puede hablar sobre los más comunes a la hora de llevárselos a casa, contar un poquito de qué van, porqué han gustado o porqué no… para que les sirva de guía a los demás compañeros y así poder decidir. Cuando un niño se lee un libro, un aspecto positivo para ver qué le ha parecido es hacer una ficha valorativa en la que escriba si le ha gustado mucho, regular o poco y pueda hacer un dibujo de lo que más le ha llamado la atención. Así sabremos los aspectos que le llaman la atención de cada cuento y lo que le resulta más relevante, y además podremos observar cómo dibuja a los personajes, lo que nos dará una pista de cómo ha interpretado el cuento.

Estas fichas podrán estar colgadas por el rincón para que los demás niños puedan ver la opinión de sus compañeros acerca de ese libro, y con todas ellas podemos hacer un concurso con el cuento del mes, para motivar a los niños a seguir leyendo y ver cuál es el libro que más ha sido leído a lo largo del mes.
Otro aspecto que tratamos en este tema es la animación a la lectura. Esta surge por la necesidad de cambiar los hábitos de lectura de niños y jóvenes. En muchas ocasiones los niños pierden el interés por la lectura porque en el cole lo ven como una imposición y porque generalmente, fuera de las clases, el contexto lector no suele ser muy motivador. Si somos capaces de hacer una buena animación, podremos despertar el interés de los niños por diferentes cuentos creándoles y picándoles con la curiosidad que determinadas pistas sobre el contenido les puedan despertar. Por ello será muy importante cómo presentemos un libro, para que lo vean como un entretenimiento y una aventura o como una imposición de los maestros.
El Ministerio hace sugerencias sobre los libros que se deben conocer, pero actualmente en infantil y primaria el profesor tiene autonomía absoluta para elegir y comprar  libros para su aula. Este aspecto es toda una ventaja porque nadie mejor que nosotros sabe qué les gusta a nuestros niños y qué necesitan en cada momento, por lo que gracias a esa autonomía seremos los totales responsables de la elección de los cuentos, que gracias a todo lo que estamos viendo, espero sea más que buena y satisfactoria.
La animación a la lectura está enfocada  hacia unos aspectos concretos, para dar autonomía a los niños para que puedan seleccionar los libros ellos mismos. Esta elección debe estar fundamentada en:
·         La portada: es lo primero que nos llama la atención de un libro, y en muchas ocasiones lo cogemos porque tiene una portada que nos resulta llamativa, por ello es una parte importante y condicionante en la elección de un cuento.
·         El título y la síntesis: el título a lo mejor no nos dice tanto porque es verdad que en muchas ocasiones, el título luego no tiene nada que ver con el contenido del libro. Pero la síntesis es la que tiene la capacidad de dar el tirón necesario para que cojamos un libro. Las palabras adecuadas y el punto justo para dejarte con la intriga y, probablemente el libro sea nuestro. Por ello debe ser otra parte fundamental de la estrategia. Deja con la intriga y crearás la curiosidad necesaria para querer saber qué pasa. Creo que es la parte que más anima a leer un libro.
·         El formato (pero que no influye en la animación): la forma en la que viene el libro es otro aspecto importante. Un libro que no tiene la forma tradicional rectangular llama más la atención por ser diferente, y además, ya sabemos, para infantil, formato grande para que todos vean igual.
·         Y, por supuesto, los personajes: antes de leerlo se puede crear un lazo afectivo entre niño y personaje. Si al leer un pequeño fragmento como puede ser la síntesis el niño se siente identificado con el personaje va a crearse un lazo con él y el niño va a querer saber qué es lo que le va a pasar a ese personaje que se parece tanto a él.
Un ejemplo de ello es “Un dragón de color frambuesa”

Tiene una portada llamativa. Aparece un dragón rosa, cuando se supone que los dragones son verdes…. ¿no? Eso es lo primero que llama la atención y, después, una buena síntesis, que nos dejó con la curiosidad de saber porqué ese dragón era rosa (salieron varias hipótesis) y después al tener ya todo el interés en lo que la maestra quería, sorprendernos con el contenido, es decir, el porqué de ese dragón rosa.
Para poder llevar a cabo estas animaciones de forma que los niños no puedan resistirse luego a coger el libro, debemos, como futuras maestras y maestros, desarrollar una gran capacidad que nos permita hacerlo de la mejor manera posible. Para ello existen una serie de requisitos que el animador debe poseer. Algunos de estos son:
Tener una voz y personalidad cálida y entusiasta que les resulte agradable y cercana a los niños, de forma que escuchen todo lo que digamos. Tener una relación con los niños que nos permita prestar atención a cada uno de ellos de forma que cada uno obtenga algún éxito. Debemos ser buenos lectores y conocer el ámbito literario que nos permita saber qué es lo que vale en un momento determinado o no. Tener entusiasmo y preparación en las cosas hará que el resultado sea mejor debido a las ganas empleadas para hacerlo lo mejor posible. Y como ya he dicho en numerosas ocasiones, algo que no debemos olvidar nunca, poseer conocimiento de la psicología evolutiva de los niños y de sus gustos lectores para poder ofrecerles lo que demandan. Para poder llevar a cabo una buena animación deberemos tener imaginación, naturalidad, e improvisación además de conocimiento de técnicas y estrategias que nos permitan presentar el cuento de forma que sea el más atrayente del mundo para los niños, y así hacerlo con todos y cada uno de los cuentos que vayamos introduciendo nuevos en el aula.
Para  llevar a cabo buenas estrategias debemos aprender a crear un ambiente agradable capaz de mantener el interés de los niños por el cuento. Conseguir que tengan un sentimiento de seguridad  y confianza en sí mismos que les ayuden más adelante. Hacerles comprender la necesidad de leer y aprender a través de distintas lecturas que les permitan entusiasmarse con conocimientos y emociones y a través de ellas puedan mediar activamente entre el niño y el libro.
En definitiva, este bloque nos ayuda a conocer las maneras de hacer un libro y su correspondiente lectura atractivas, sabiendo que la lectura debe ser un disfrute y no una imposición, y, que en nuestras manos está el hecho de guiarles (en colaboración con la familia claro) en el proceso de selección de cuentos, y, si gracias a nosotros los ven todos como algo interesante cuyos contenidos quieren descubrir, nos deberemos sentir satisfechos.
Este bloque nos enseña además que no sólo son los libros los que hay que presentar de forma atractiva, sino el propio rincón de lectura, que será el espacio que propicie esa lectura. Si no tienen un buen lugar donde leer y donde estén tranquilos de nada nos servirá ponerles los libros como estupendos si luego se los vamos a tener que tirar sobre las mesas. Por ello, nosotros somos los primeros que debemos crear un buen espacio, porque hemos podido ver cómo con muy poco se puede hacer mucho, y donde parece no haber espacio, sacar un rincón en condiciones. Asique debemos poner de nuestra parte para poner la base de ese pequeño rinconcito donde los niños podrán ser lo que quieran. Y ya hecho el rincón presentarles el mundo del préstamo de libros, con formas y métodos fáciles y atrayentes que les hagan sentirse mayores, porque al fin y al cabo es lo que quieren casi todos los niños, eso de “ser mayores”. Como conclusión final, como futuros profes tener en cuenta que nuestra responsabilidad sobre este aspecto es muy grande y que no debemos dejarnos, sino poner todo nuestro esfuerzo y ganas para crear un rincón que les dé a los niños un momento de fantasear por las hojas de los libros.




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