jueves, 25 de noviembre de 2010

BLOQUE 2

ANÁLISIS DE UN CUENTO FOLCLÓRICO
ASPECTOS PEDAGÓGICOS
En el cuento de “Toda clase de pieles”  aparecen algunas enseñanzas para la vida reflejadas en algunos de los personajes como son la princesa o su padre.
La primera enseñanza que aparece es el hecho de ser fiel a tus palabras. Cuando la mujer del rey está a punto de morir, le hace prometer que se va a casar con otra mujer, pero que sea más bella que ella. El rey le promete que  se volverá a casar, y tras la muerte de su mujer, hace todo lo posible por encontrar a alguien más bella. En la vida real, si prometes algo, debes cumplirlo o hacer todo lo posible por conseguirlo. Cuando dices algo debes ser fiel a ello. Aunque en el caso del cuento, el rey no lo consigue, y solo encuentra una única solución, aunque sea bastante dura, sólo por cumplir su palabra, decide casarse con su propia hija. Pero hay que tener en cuenta que por cumplir tus promesas se pueden hacer muchas cosas, pero si influyen y afectan a los demás de forma negativa, habría que replantearse lo prometido. Y eso sí, nunca prometas algo que sabes que no puedes cumplir.
La siguiente enseñanza que encuentro en este cuento es saber afrontar los problemas de cara. El rey ha decidido casarse con su hija, y ella, ante la indecente petición de su padre, decide pedirle cosas que cree que son imposibles, para hacerle cambiar de idea. Pero para su sorpresa, el rey consigue todo lo que ella le ha pedido, y llega un momento en el que no puede escapar de la boda, y decide huir. Este hecho se debe a que todavía no es lo suficiente madura y como “niña” huye de lo que le da miedo. En la vida, cuando se presentan situaciones difíciles, hay que saber afrontarlas y manejarlas. Los problemas a veces son pequeños y se pueden solucionar, pero cuando son muy grandes, el mejor camino es mirarlos de frente y buscar una solución. Pero como en el caso del cuento, cuando se trata de un problema directo que afecta a nuestra persona, la decisión de la princesa es huir, pero en la vida real, por desgracia, por mucho que uno huya, el problema le persigue y le acaba alcanzando; por lo que, si al final el problema te va alcanzar, no huyas y busca la forma de alcanzarle caza tu a él.
La princesa, tras huir de su padre, tiene que enfrentarse al mundo. Hasta ese momento había estado protegida por su familia, y su vida era muy cómoda por ser princesa. Pero en mundo real, la vida no es fácil, por lo que tiene que aprender a sobrevivir. En la vida real pasa lo mismo, llega un momento en el que tienes que dejar el núcleo familiar y salir al mundo. Es en ese momento en el que te das cuenta de que no todo es tan fácil.
Otra enseñanza que creo que aporta el cuento es el respeto por todo el trabajo de todo el mundo sea cual sea. La princesa tiene que ponerse a trabajar para vivir, haciendo cosas como barrer, cocinar, limpiar… trabajos que como princesa no habría hecho, y, sin embargo por las circunstancias le ha tocado hacerlos. En la vida nunca debes menospreciar un trabajo porque uno nunca sabe cómo va a acabar. Nunca menosprecies algo por parecerte inferior, porque nunca sabes si en el día de mañana, por cosas de la vida, te va a tocar vivir de ello.
Por último, y como enseñanza muy importante, encuentro el hecho de luchar por lo que quieres. La princesa una vez en palacio, se enamora del rey. Cualquiera de nosotras en sus circunstancias pensaría que no tenemos nada que hacer, pero ella no se da por vencida y busca la manera de llegar hasta él y conseguir casarse con su amor. En la vida hay que pelear por lo que uno quiere. Si no está claro que sólo no va a ocurrir. Por lo tanto, no hay que rendirse por muy difícil que parezca la meta. Siempre se dice que el que algo quiere algo le cuesta; pues en la vida si queremos algo, a pesar de tener que caernos, tenemos que seguir levantándonos para conseguirlo. En definitiva: LUCHA POR LO QUE QUIERES.

ASPECTOS PSICOLÓGICOS
Estos aspectos hacen referencia al paso de la princesa de la niñez a la edad adulta. Es lo que llamamos viaje iniciático.
En el momento en que la princesa se convierte en una “mujer” para el rey es cuando empiezan los problemas.
Cuando el rey le pide a su hija que se case con él, ella se asusta puesto que sigue siendo una niña. La idea la parece totalmente descabellada y decide ocupar al rey en conseguirla regalos para intentar que cambie de idea. La princesa, al ver que su padre vuelve con todo lo que ella le había pedido, no ve escapatoria y decide huir de palacio. La princesa al no ser todavía lo suficientemente madura, no sabe afrontar el problema tan grande que de repente se la ha presentado delante y corta por la tangente. ¿El camino más fácil?: huir.
El hecho de salir de la burbuja de protección familiar, hace que tenga que dar un paso más y buscarse la vida para sobrevivir. Cuando los caballeros la encuentran y se la llevan a palacio, la princesa tiene que crecer otro poquito, pues tiene que aprender a realizar trabajos que antes hacían para ella. Este hecho la da la oportunidad de probarse, ver que es capaz de realizar tareas y valorarlas.
Cuando la princesa quiere acudir al baile madura otra vez, puesto que quiere algo, y insiste hasta que lo consigue. Esto es señal de que va siendo cada vez más consciente de lo que quiere. Cuando tras el baile, echa en la sopa una de sus piezas de oro, es otro símbolo de que quiere de verdad conseguir al rey.
Tras haber acudido al tercer baile y haber salido corriendo sin percatarse del anillo que llevaba en el dedo, y, cuando el rey la descubre, su respuesta de no salir corriendo y quedarse con él, demuestra totalmente que se ha convertido en una mujer. Ha conseguido lo que quería y no se echa atrás por nada. Demuestra que mientras iba creciendo ha sido capaz de conseguir su “Y VIVIERON FELICES Y COMIERON PERDICES”

"TODA CLASE DE PIELES"

Érase una vez un rey que tenía una esposa con el cabello de oro, y era tan hermosa que no había otra igual en la tierra. Sucedió que ella se puso enferma y, cuando sintió que iba a morir, llamó al rey y le dijo:
    —Si después de mi muerte quieres casarte, prométeme que no tomarás por esposa a otra que no sea tan bella como yo y que no tenga mis mismos cabellos de oro.
El rey estuvo inconsolable durante mucho tiempo, y no pensó en tomar otra mujer. Finalmente dijeron los consejeros:
    —No hay otra salida. El rey debe casarse de nuevo para que tengamos una reina.
A continuación se enviaron mensajeros por doquier para buscar una novia que pudiera igualarse en belleza a la reina muerta. Pero no se pudo encontrar ninguna que fuera igual y, aunque la hubieran encontrado, no había ninguna otra que tuviera sus mismos cabellos de oro. Así que los mensajeros regresaron con las manos vacías sin cumplir el encargo.
El rey tenía una hija que era tan hermosa como su madre y tenía sus mismos cabellos de oro. Cuando se hizo mayor, el rey la contempló y vio que era el vivo retrato de su madre muerta, y sintió de pronto un amor apasionado por ella. Entonces les dijo a los consejeros:
    —Quiero casarme con mi hija, puesto que es el fiel retrato de mi mujer muerta, y en ningún lugar puedo encontrar otra novia igual.
Cuando los consejeros oyeron esto, se asustaron y dijeron:
    —Dios ha prohibido que el padre se case con la hija. De un pecado no puede venir nada bueno, y el reino se verá arrastrado a la perdición.
La hija se asustó todavía más cuando supo la decisión de su padre. Sin embargo, esperaba hacerle desistir de su proyecto. Entonces le dijo a su padre:
    —Antes de que se cumpla vuestro deseo, tengo que tener varios trajes: uno tan dorado como el sol, otro tan plateado como la luna y el tercero tan brillante como las estrellas; luego quiero un abrigo de toda clase de pieles. Cada animal de vuestro reino debe dar un trozo de su piel para confeccionarlo.
Ella pensó: «Es casi imposible lograr esto, y mientras tanto puedo apartar a mi padre de sus malos pensamientos.»
El rey no cedió, y las doncellas más hábiles del reino tejieron los tres vestidos: uno tan dorado como el sol, otro tan plateado como la luna y el tercero tan brillante como las estrellas. Y sus cazadores apresaron a todos los animales del reino y le quitaron a cada uno un trozo de su piel; con ellos se hizo un abrigo de toda clase de pieles.
Finalmente, cuando todo estuvo preparado, el rey hizo traer el abrigo, lo extendió ante ella y dijo:
    —Mañana se celebrará la boda.
Cuando la princesa vio que no había esperanza alguna de cambiar los sentimientos de su padre, tomó la decisión de huir en la noche, mientras todos dormían. Se levantó y cogió tres de sus tesoros: un anillo de oro, un torno de hilar de oro y una devanadera de oro; metió los tres vestidos de sol, de luna y de estrellas en una cáscara de nuez, se puso el abrigo hecho con toda clase de pieles y se tiznó la cara y las manos. Luego se encomendó a Dios y partió, andando toda la noche hasta que llegó a un gran bosque. Como estaba muy cansada, se sentó en un árbol hueco y se durmió.
Salió el sol y ella seguía durmiendo; se hizo completamente de día y aún continuaba durmiendo. Entonces sucedió que el rey al que pertenecía el bosque fue a cazar allí. Llegaron sus perros al árbol, lo olfatearon y corrieron a su alrededor ladrando. El rey dijo a los cazadores:
    —Mirad a ver qué clase de animal salvaje se ha escondido ahí.
Los cazadores obedecieron el mandato y, cuando regresaron, le dijeron:
    —En el árbol hueco hay un animal maravilloso, como no hemos visto otro igual; su pellejo es de toda clase de pieles, está echado y duerme.
    —Mirad a ver si podéis apresarlo vivo —dijo el rey—; atadlo luego al carruaje y traedlo con vosotros.
Al apresar los cazadores a la joven, ésta se despertó sobresaltada y les dijo:
    —Soy una pobre criatura, abandonada de padre y madre; compadeceos de mí y llevadme con vosotros.
Entonces ellos dijeron.
    —«Toda-clase-de-pieles», tú sirves para estar en la cocina; vente y barrerás la ceniza.
Así pues, la sentaron en el carruaje y la llevaron hasta el palacio real. Le asignaron un cuchitril bajo la escalera, donde no entraba la luz, y dijeron:
    —Animalillo salvaje, ahí puedes vivir y dormir.
Luego la enviaron a la cocina y ella traía el agua, la leña, atizaba el fuego, desplumaba las aves, limpiaba las verduras, barría la ceniza y hacía todo el trabajo ingrato.
Así vivió «Toda-clase-de-pieles» pobremente durante mucho tiempo. ¡Ay, pobre princesa, qué será de ti!
Pero sucedió que una vez se celebró una fiesta en el palacio, y ella le dijo entonces al cocinero:
    —¿Puedo subir y mirar un poco? Me colocaré ante la puerta.
El cocinero dijo:
    —Ve, pero en media hora tienes que estar de vuelta y recoger la ceniza.

Ella cogió su lamparita de aceite, fue a su cuchitril, se quitó la piel y se lavó el hollín de la cara y las manos, de manera que su belleza volvió a salir a la luz del día. Luego abrió la nuez y sacó el vestido que brillaba como el sol. Hecho esto, subió a la fiesta y todos le cedían el paso, pues nadie la conocía y pensaban que era una princesa. El rey le salió al paso, le dio la mano y bailó con ella pensando para sí: «Nunca he visto otra mujer más hermosa.»
Terminó el baile, se inclinó y, cuando el rey miró a su alrededor, había desaparecido sin que nadie supiera a dónde había ido. Se llamó a los vigilantes que estaban ante palacio, pero nadie la había visto. Entre tanto, ella fue a su cuchitril, se quitó rápidamente el vestido, se tiznó la cara y las manos, se puso el abrigo de pieles, y otra vez quedó convertida en «Toda-clase-de-pieles». Cuando llegó a la cocina y quiso ponerse a trabajar y barrer la ceniza, dijo el cocinero:
    —Déjalo hasta mañana. Hazme la sopa para el rey, pero no dejes que se te caiga ningún pelo; si no, no comerás más pan en el futuro.
El cocinero se fue y la muchacha hizo la sopa para el rey. Le hizo una sopa de pan todo lo mejor que supo y, cuando estuvo terminada, cogió de su cuchitril su anillo dorado y lo puso en la fuente en la que estaba preparada la sopa. Cuando el baile terminó, el rey pidió la sopa y la comió, y le gustó tanto que pensó que nunca había comido otra igual. Al llegar al fondo de la fuente, vio el anillo de oro y no pudo comprender cómo había llegado hasta allí. Entonces ordenó al cocinero que se presentara ante él. El cocinero se asustó cuando oyó la orden y le dijo a «Toda-clase-de-pieles»:
    —Seguro que has dejado caer algún pelo en la sopa. Como sea verdad, te pego una paliza.
Cuando llegó ante el rey, éste le preguntó quién había preparado la sopa. El cocinero respondió:
    —¡La he preparado yo!
Pero el rey dijo:
    —No es verdad; estaba hecha de otra manera y mejor que otras veces.
El cocinero contestó:
    —Tengo que confesar que no la he hecho yo, sino el animalillo salvaje.
Dijo el rey:
    —Hazla que suba.
Cuando «Toda-clase-de-pieles» llegó, le preguntó el rey:
    —¿Quién eres?
    —¡Yo soy una pobre criatura que no tiene padre ni madre!
El siguió preguntando:
    —¿Para qué estás en mi palacio?
Ella contestó:
    —Para nada bueno, solamente para que me tiren los zapatos a la cabeza.
El siguió preguntando:
    —¿De dónde has sacado el anillo que estaba en la sopa?
Ella contestó:
    —No sé nada de ese anillo.
Así que el rey no pudo aclarar nada y le dijo que se fuera.
Pasado algún tiempo, se celebró de nuevo una fiesta, y «Toda-clase-de-pieles» le volvió a pedir al cocinero que la dejara mirar como la última vez.
    —Sí —contestó él—, pero vuelve dentro de media hora y hazle al rey la sopa de pan que tanto le gusta.
Ella se dirigió entonces a su cuchitril, se lavó velozmente, sacó de la nuez el traje que era tan plateado como la luna, y se lo puso. Subió y parecía una princesa. El rey salió a su encuentro y se alegró de verla de nuevo y, como empezaba en ese momento el baile, bailaron juntos. Pero cuando terminó el baile, desapareció tan rápidamente que el rey no pudo ver a dónde se dirigía.
Ella corrió a su cuchitril y se convirtió de nuevo en animalillo salvaje y fue a la cocina para preparar la sopa de pan. Aprovechando que el cocinero estaba arriba, cogió el torno de hilar de oro y lo metió en la fuente, de tal manera que preparó la sopa por encima del torno. Luego se la llevaron al rey, que la comió y le supo tan rica como la vez pasada, e hizo venir al cocinero, que tuvo que confesar de nuevo que «Toda-clase-de-pieles» había preparado la sopa. «Toda-clase-de-pieles» se presentó de nuevo ante el rey, pero ella contestó que solamente estaba allí para que le tiraran los zapatos a la cabeza y que no sabía nada del torno de oro.
El rey organizó una fiesta por tercera vez, y pasó lo mismo que las veces anteriores. De modo que el cocinero le dijo:
    —Tú eres una bruja, animalillo salvaje. Siempre echas algo a la sopa para que esté muy rica y le sepa al rey mejor que la que hago yo.
Pero como se lo pidió tan insistentemente, la dejó ir un rato. Se puso el traje que brillaba como las estrellas y entró con él en la sala. El rey bailó nuevamente con la hermosa doncella y pensaba que nunca había estado tan hermosa. Mientras bailaban, sin que ella se diera cuenta, le puso en el dedo un anillo de oro. Había ordenado que el baile durara mucho tiempo y cuando éste se acabó, quiso retenerla por las manos, pero ella se soltó y se mezcló entre la gente tan rápidamente, que desapareció de su vista. Corrió todo lo que pudo hasta su cuchitril, bajó la escalera, pero como se había entretenido mucho más de media hora, no pudo quitarse el hermoso traje, sino que se echó el abrigo de pieles sobre él, y con la prisa no se tiznó del todo, sino que un dedo se le quedó blanco. «Toda-clase-de-pieles» se dirigió corriendo a la cocina, hizo la sopa de pan para el rey y en un momento en que el cocinero salió, puso dentro la devanadera de oro.
Cuando el rey encontró la devanadera en el fondo, hizo llamar a «Toda-clase-de-pieles»; entonces vio su blanco dedo y el anillo que le había puesto en el baile. La cogió por la mano y la sujetó. Ella quiso soltarse y escapar, pero el abrigo de pieles se le abrió un poco y el rey pudo entrever el brillo del traje de estrellas. El rey tiró del abrigo, descubriendo los cabellos de oro de la princesa, que apareció ante él en todo su esplendor y ya no pudo ocultarse por más tiempo.
Cuando se quitó el hollín y la ceniza de la cara, era lo más hermoso que se había visto nunca en la tierra.
El rey dijo:
    —Eres mi querida prometida y no nos separaremos nunca más.
A continuación se celebró la boda y vivieron felices hasta su muerte.

REFLEXIÓN BLOQUE 1

Al  igual que el año pasado, antes de comenzar la asignatura, podía hacerme una idea de lo que íbamos a ver. Pero, al igual que el año pasado, las cosas no son lo que parecen. Basta con haber hecho la primera actividad y lo que ella conlleva, para saber que la asignatura es mucho más que el título.
En el primer tema hemos definido una serie de términos referentes a la literatura a partir de nuestros conocimientos previos. Luego al realizar la puesta en común, cambiamos o modificamos esas definiciones para llegar a crear unas comunes a todos y correctas.
Como se vuelve a demostrar el hecho de tener unos conocimientos previos te ayuda a guiarte en determinadas situaciones, pero ello no quiere decir que estén bien. En muchas ocasiones, estos conocimientos previos no son del todo correctos o teníamos una visión equivocada acerca de ellos.
Con estos términos de la literatura hemos visto que no todo lo que nos enseñan en bachillerato es lo único que vale. Las definiciones abarcan mucho más de lo que se nos enseña en cursos anteriores, y esto nos da la oportunidad de añadir nuevas aportaciones a nuestros conocimientos, construyendo un aprendizaje mayor.
Por ello, y como ya comprobamos en DHL el año pasado, no podemos quedarnos solo con lo primero que aprendemos, hay que ir más allá, porque siempre vamos a aprender más.

lunes, 1 de noviembre de 2010

PUESTA EN COMÚN

·     LITERATURA: arte o disciplina así como el corpus de obras de una época y país, orales o escritos que pertenecen a distintos géneros (épico, lírico y dramático).
La literatura tiene una finalidad artística: CRAR ARTE A TRAVÉS DE LA LENGUA.
Para que sea literatura tiene que ser ficción, pero la ficción no es fantasía; puede estar basada en hechos reales (autobiografía).

·     LITERATURA INFANTIL: acto artístico, así como la disciplina que lo estudia más el corpus de obras que se establece desde los 0 a los 12 años cuyo objetivo primero es entretener y moralizar al niño enseñando diferentes cosas. Es literatura de género (tipo de subliteratura).
La literatura infantil es de lector implícito. El autor, aparte de crear para conseguir unos objetivos determinados, crea para un público concreto.

·     TEXTOS LITERARIOS: textos orales o escritos en los que la ficción se convierte en realidad y cuyo objetivo es crear arte y emociones en aquellos que los leen (cuentos mínimos).

·     TEXTOS FOLCLÓRICOS: textos de transmisión oral que no tienen un autor claro, que se han escrito a posteriori y que salen de la tradición. Tienen una serie de características:

-     No  tienen autor: el autor es el pueblo (como entidad abstracta). Los originales se han perdido porque nunca lo escribieron. El autor es también el  paso del tiempo. Al no tener autor son textos para adaptar.

-     Hay muchas variantes y versiones.

-     En su esencia los cuentos encierran muchas enseñanzas, pero no tienen moraleja.

·    TEXTOS DE AUTOR: textos que tienen autor. Son textos para seleccionar.

·    BIBLIOTECA DE AULA: lugar físico donde se colocan los libros.

·    RINCÓN DE LECTURA: espacio (que normalmente incluye la biblioteca de aula) para leer esos libros.

·     CUENTO: relato o narración breve y ficticio. La finalidad depende del autor: enseñar (textos didácticos) o entretener. Ejemplo: libros infantiles, álbumes de imágenes.

·     LIBRO: soporte de lectura impreso. La forma del encuadernado diferencia al cuaderno del libro. El mínimo de hojas que tienen que tener para ser libro son 65.

·     CUENTACUENTOS: persona con habilidades y destrezas que le permiten narrar un cuento de forma atractiva y envolvente y sin ningún apoyo material. Acto de contar historias a personas de diferentes edades.

·     LECTURA: acto de comprender el texto escrito. Referida también al texto que va a ser leído (en voz alta o silencio). La transmisión del texto es literal y exacta cuando se hace en voz alta. Sólo se le pone voz al texto. Ésta tiene que ser fiel.

·     NARRACIÓN CON LIBRO: contar una historia utilizando un libro como soporte. Relatar un texto literario apoyándote en un libro.

BLOQUE 1

       Definir, en el grupo, los siguientes conceptos básicos de la asignatura:

·         Literatura: estudio que hace referencia a los géneros literarios, autores, sus obras y características de las mismas.

·         Literatura infantil: género literario adecuado a la edad de los niños de infantil.

·         Textos literarios: forma que tiene el autor de trasmitir sus ideas, sentimientos, emociones… a los lectores.

·         Textos folclóricos: relatos populares pertenecientes a una cultura que se divulga de un sitio a otro por trasmisión oral.

·         Textos de autor: textos orales o escritos en los cuales el autor expresa sus sentimientos, emociones, sentimientos...

·         Biblioteca de aula: espacio donde se encuentran los libros, revistas, cuentos… dirigidos a una edad.

·         Rincón de lectura: zona habilitada donde los niños pueden leer.

·         Cuento: relato real o ficticio de trasmisión oral o escritura.

·         Libro: herramienta de lectura impresa.

·         Cuentacuentos: relato real o ficticio de trasmisión oral que sirve para el entretenimiento.

·         Lectura: acto de comprender el texto escrito.

·         Narración con libro: relatar un texto literario apoyándose en la lectura impresa.